El uso de lentillas en niños viene tomando relevancia durante los últimos años, pasando a convertirse en la principal opción de tratamiento para corregir defectos de la vista en infantes. Esto es posible debido a los avances tecnológicos relacionados con la fabricación de lentillas y una mayor comprensión de sus beneficios para ciertas condiciones oftalmológicas específicas.
A continuación, analizamos algunos de los motivos por los que cada vez mayor cantidad de profesionales de la salud visual ha decidido recetar lentillas en niños y las ventajas que pueden ofrecer. Así mismo, ofrecemos algunas recomendaciones generales para garantizar la seguridad y comodidad de los más pequeños cuando utilizan este tipo de dispositivos.
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¿Desde que edad pueden utilizar lentillas los niños?
En líneas generales, no existe una edad concreta que limite el uso de lentillas, pues realmente es preciso analizar la madurez del niño para determinar si es capaz de hacerse responsable de la rutina involucrada en el uso de lentillas diaria.
Considerando lo anterior, suelen recomendarse las lentillas para niños entre los 6 y 8 años de edad, rango etario donde los niños deberían comenzar a hacerse responsables de su cuidado personal y estarían en capacidad de asumir el compromiso de manejar sus lentes de contacto apropiadamente, bajo la supervisión del adulto.
Ventajas de las lentillas frente a las gafas convencionales
Utilizar lentillas en niños y adolescentes puede presentar ciertas ventajas en comparación con las gafas convencionales. La lista incluye lo siguiente:
- Mayor campo de visión. Las gafas presentan limitaciones en el campo de visión, especialmente a nivel lateral. Con lentillas se mejora la visión periférica, lo que puede ser importante para actividades deportivas y desenvolverse al aire libre.
- Mejoran la apariencia. Cuando los pequeños utilizan gafas, es posible que se sientan cohibidos de realizar determinadas actividades, como deporte, y esto puede afectar su autoestima. Caso contrario, las lentillas son invisibles a la vista, permitiéndoles conservar el aspecto natural de su mirada.
- Resultan más cómodas. Para niños activos en actividades al aire libre y deportes, las lentillas serán más convenientes, pues estas no corren el riesgo de romperse o caerse en medio de una actividad.
- Proporcionan mayor calidad de visión. Además de ampliar el campo de visión, las lentillas no generan reflejos ni ocasionan cansancio en los ojos, pues el enfoque se produce de forma automática y más cercano a la visión natural.
¿Cómo elegir lentillas para niños?
Si a tu pequeño le han recomendado lentillas, debes tomar en consideración los siguientes aspectos antes de elegir el par más apropiado.
- Considera su estilo de vida, pues según las actividades deportivas del niño puede ser apropiada la compra de lentillas especiales.
- Educa al niño sobre la rutina al usar lentillas. Es fundamental que el niño comprenda cómo usar y cuidar sus lentillas. Bajo supervisión del progenitor, y con información del oftalmólogo, los niños deben ser capaces de ponerse y quitarse las lentillas de manera segura y saber cómo reconocer problemas potenciales, como irritaciones o infecciones.
- Cuidado y mantenimiento. De igual modo, tanto el niño como los padres deben recibir instrucciones claras sobre cómo cuidar y mantener adecuadamente las lentillas, incluyendo la limpieza diaria, almacenamiento y reemplazo en el momento adecuado.