La comprensión lectora debe trabajarse a menudo, especialmente en la etapa de educación primaria. Aunque sea parte de la educación inicial, los adultos también luchan con la dificultad para retener la información, más si no leen en absoluto o si se dedican a otras labores que no guardan relación con la lectura diaria. Sin embargo, mejorar la comprensión lectora se trata de seguir técnicas que pueden comenzar a aplicarse en cualquier momento y que ameritan de práctica, tal cual un deporte, si dejas de hacerlo tomará trabajo una vez que lo retomes.
Quizá creas que no es un gran problema, pero si pretendes continuar con tus estudios, es un factor en el cual deberás trabajar. Una buena comprensión lectora te permite leer un texto al menos una vez y que retengas la información necesaria, que de inmediato puedas comentar sobre qué trataba, con tus propias palabras. Cuando esta se pierde, debes releer y el estudio se hace más pesado, por sencillo que sea el tema, se dificulta la interpretación.
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¿Qué es la comprensión lectora?
La comprensión lectora permite que puedas entender un tema con rapidez, es decir, con la primera revisión del mismo. No se trata de leer rápidamente o ser ágil con los signos de puntuación, sino de saber digerir bien la información, para sacar una conclusión del mismo. Tampoco es aprenderse el texto tal cual se lee, sino poder juntar todo en el cerebro, en conjunto a una interpretación propia, que va más allá de conocer el significado de cada palabra.
La misma aplica según lo que se lea, el cerebro crea estructuras para cada tipo de lectura a partir de la información que va recibiendo, es por ello que no es igual la lectura de un manual de instrucciones, un cuento o un ensayo científico. Asimismo, existen tipos de lectura y niveles de la misma, conocerlas ayuda a tener una mejor cercanía con el conocimiento que cada una provee. Lo que se espera al mejorar la compresión lectora es asimilar un texto ágilmente, lo cual te lleva a ahorrar tiempo.
Técnicas y consejos para mejorar la comprensión lectora
Determina qué es lo más importante del texto para ti
Si tienes claro desde un principio cual es el objetivo de tu lectura y qué es lo que buscas con ella, todo será más sencillo. De acuerdo al texto, quizá debas leer dos veces, una para retener la información y otra para revisar lo que clasificaste como “importante” generalmente las segundas lecturas te ofrecen más detalles.
Por supuesto, varía de acuerdo al contenido del mismo, en las guías de estudios suele estar diagramada la información para obtener lo más importante, lo mismo con un libro de estudio, lo relevante se concentrará en los conceptos. Quizá en un libro de autor sea más complejo, según su tema o estilo, sin embargo, se van dejando ideas a lo largo del texto y el lector las va captando con mayor rapidez a medida que va practicando.
Revisión fugaz al formato
Un breve análisis previo al formato qué leerás, te da una idea de a qué te estás adentrando, cuánto tiempo te tomará y qué tan sencillo podrá ser. Para hacerlo debes tomar en cuenta la cantidad de párrafos, capítulos, secciones, títulos, subtítulos y negrillas que veas a simple vista. Todos estos son recursos utilizados para darle una intención al texto, muchas veces con el fin de hacerlo menos pesado.
Con los artículos web es mucho más sencillo, pues desde hace mucho son redactados con el fin de dar las ideas principales desde un inicio y cierran con información complementaria. Esto le permite al lector comprender rápidamente lo que busca y quedarse sólo si desea saber más. Otro recurso utilizado es ir repitiendo las ideas relevantes a lo largo del texto, para asegurarse de que la información sea retenida, por eso, en un primer vistazo podemos eliminar apartados innecesarios.
Alterna los ritmos de lectura
Tener una mejora en tu comprensión lectora no sólo significa ser ágil y leer todo rápidamente, sino adquirir el conocimiento adecuado para saber cuando un apartado amerita más tiempo. Esta destreza se desarrolla con la práctica, como si fuera parte del instinto lector, pero antes, debes saber por qué es importante.
Existen ideas redundantes en algunos textos, muchas veces son repetitivas, pero simplemente no puedes saltarte el texto, así que lo lees rápidamente. Pero otras veces, el autor decide diagramarlas junto a información nueva (por eso no hay que saltarse nada), aquí deberás prestar mayor atención y hacer una pausa.
Practica y sé crítico
Una buena comprensión lectora no la lograrás de un día a otro, así que no te apresures, para ser rápido, primero deberás ir lento. Luego de cada lectura que realices con el debido cuidado plantéate preguntas sobre el texto, como: si te gustó, qué mejorarías del mismo, qué aprendiste o si preferirías haberlo leído de otra manera. Esto irá ejercitando tu cerebro con el tiempo, de manera que comiences a hacerlo involuntariamente, y no sólo te ayudará a forjarte, sabiendo qué estilos de lecturas prefieres o por qué algo está bien o mal según tu criterio, sino que irás aprendiendo a comprender mucho mejor lo que lees y con más facilidad.
Tipos y niveles de lectura
Otro factor importante es conocer los tipos de lectura, para así aplicarla según el texto, esto se debe a que no puede digerirse igual un libro de filosofía a una revista de moda, por ejemplo. Asimismo, está la lectura por estudios, la cual muchas veces tiende a ser por obligación o cuando lees algo de tu interés, en cada una el enfoque es distinto.
Los tipos de lectura son:
- Lectura globalizada o skimming
- Lectura focalizada o scanning
- Lectura extensiva
- Lectura intensiva
- Lectura crítica
Los niveles de compresión lectora corresponden al tipo de lectura que se ha realizado, en un mismo texto puedes abarcarlos todos según su complejidad, esto se refiere al hecho de que hay apartados difíciles, pero luego vas comprendiendo con mayor facilidad. Así como otras donde se mantiene el ritmo desde un inicio, pues son sencillas.
- Nivel literal
- Nivel Inferencial
- Nivel Crítico