Quizá te has preguntado cual es tu coeficiente intelectual y cómo se mide. La verdad es que, aunque existen test para saberlo, al estar ligado a la inteligencia, algunos de estos no logran descifrarlo del todo. Se podría decir que la inteligencia es relativa. Esto se debe a que la misma puede presentarse de muchas formas y las destrezas de una persona normalmente se enfocan en un área determinada, por lo que es complejo abarcar todos los ámbitos. Sin embargo, hay una media de lo que es el coeficiente intelectual común en la mayoría de las personas.
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¿Qué es el coeficiente intelectual?
El coeficiente intelectual es un número que determina mediante una prueba, el nivel de inteligencia o habilidades de un individuo. A su vez se compara con el de muchas otras personas, para saber si se encuentra entre la media, si es destacable o si está por debajo del resto. También es una manera de saber si la edad mental del individuo concuerda con su edad cronológica, puesto que hay pruebas que aplican según la edad.
Además, conocer el coeficiente intelectual, podría ayudar a definir ciertas limitaciones cognitivas, por ello, los tests son utilizados para aplicar a algunos empleos y conocer las capacidades del aspirante. Obteniendo cifras por debajo del promedio, quizá se pueda trazar un plan de mejoramiento. Básicamente funciona para ubicarte entre algún grupo de las estadísticas, las pruebas incluyen problemáticas de distintas categorías, para obtener un compendio del desenvolvimiento de cada una de ellas.
¿Cómo medir el coeficiente intelectual?
Existen muchas pruebas para medirlo, sin embargo, todas suelen ser similares en cuanto a estructura. Desde solicitarla en portales especializados, solicitarla a un profesional de la Psicología o simplemente intentar en alguna app o página web. Algunas son más fiables que otras, pero es una manera de medirlo desde la comodidad de tu hogar.
Suelen ser bastante completas y no dejar detalles a un lado, y generalmente tienen distintos apartados entre los cuáles se medirá la comprensión lectora y verbal, el razonamiento perceptivo, la memoria operativa y la velocidad de razonamiento. A través de dibujos, puzzles y ejercicios que funcionan como una guía para obtener resultados del tipo que se requieren.
Estas pruebas tienen diversas funciones, entre ellas:
- Evaluar: a nivel académico se utilizan para medir el desempeño de los alumnos, así como la rapidez de comprensión, entre otros factores. Por ello, algunos creen que son tan relativas, pues ciertas personas no se desenvuelven bien con el proceso académico y pese a ello tienen gran inteligencia en muchas otras áreas.
- Clasificar: es una manera de determinar en qué nivel están las personas y poder separarlas por grupos (a nivel intelectual) así como tener más claridad de sus habilidades.
- Selección: ya sea para aplicar a un empleo o estudio, las utilizan para saber si la persona se adecua a lo que buscan.
- Diagnósticos: para determinar condiciones y trabajar en la mejora de las mismas. Aplica con las personas de bajo coeficiente intelectual, el cual podría ser generado por algún trastorno aún no tratado.
- Investigar: para medir cómo afecta el consumo de ciertas sustancias el nivel intelectual de una persona, entre otras investigaciones o estudios relacionados a la disminución del mismo.
¿Qué define el coeficiente intelectual de una persona?
Hay dos puntos que van determinando el coeficiente intelectual de una persona a lo largo de su vida, ya que este se va desarrollando con el tiempo, y por lo tanto, varía. Es precisamente el tiempo, las diversas etapas que atravesamos y la genética lo que termina por definir nuestro coeficiente intelectual. Cuando se está pequeño, la estimulación temprana influye en mayor medida para que el CI se establezca. Pero en los años de estudios, y luego en la edad adulta, será la genética, en conjunto con lo aprendido anteriormente y con las condiciones ambientales donde se desenvuelva el individuo, la que le permita o no, destacar entre las demás personas.
Asimismo, el tiempo también es un factor importante, por ello las pruebas son muy específicas según la edad de la persona, ya que de acuerdo a ello se toman en cuenta los resultados. Los números pueden dictaminar si una persona está en el promedio adecuado, si está avanzado para su edad o si está por debajo. Los mismos van desde el 70, que es un rendimiento por debajo del promedio, hasta más de 130 que es superior:
- CI de menos de 70 puntos: bajo rendimiento.
- CI de entre 70 y 79 puntos: inteligencia limítrofe.
- CI de entre 80 y 89 puntos: bajo, pero aplica al promedio normal.
- CI de entre 90 y 109 puntos: promedio normal.
- CI de entre 110 y 119 puntos: alto, cercano del promedio normal.
- CI de entre 120 y 129 puntos: inteligencia superior al promedio.
- CI de más de 130 puntos: inteligencia que rebasa el superior al promedio.
- CI de más de 130 puntos: destaca entre los demás, es superior al resto de individuos, manejando distintas capacidades intelectuales.
Los test más conocidos
El primer test que se ideó pensando en medir el nivel de inteligencia, fue destinado a los niños. Las pruebas de Binet y Simon en 1905, se crearon para saber quienes debían recibir una educación especializada por tener un bajo rendimiento. Comparando los resultados con el promedio en edades más grandes, tomando en cuenta la edad mental. Se tomaba como referencia ambas edades, y al dividirla obtenían el número del coeficiente, para llevarlo a porcentaje y tener un número entre los ya conocidos.
Actualmente, unas de las más conocidas son las pruebas de las escalas Wechsler, que tienen dos versiones, una para adultos y otra para niños. La de adultos es la Wechsler Adult Intelligence Scale o WAIS y para los niños está el Wechsler Intelligence Scale for Children o WISC. Con los requerimientos que ya se mencionaron, para dar con los números establecidos, ambas pruebas son bastante parecidas, la diferencia es que la de niños tendría más información para su desglose o análisis.
En todo caso, este no es un número que deba tomarse tan a pecho, es decir, existen muchísimas personas que han logrado grandes hazañas con un promedio que no destaca, pues saben cómo desenvolverse muy bien en la vida diaria y para ello no hay prueba o número que valga.