Cuando se acerca la época de exámenes, de solo pensarlo se nos anuda el estómago, se aceleran los latidos del corazón y la mente se nubla. Toda una sintomatología, que no nos ayuda a concentrarnos y poder estudiar, a fin de aprobar los exámenes.
Manejar el estrés que causan los exámenes es algo fundamental para superar los momentos previos y salir airosos en los mismos.
Sin duda, los días anteriores a las pruebas son momentos en los que es posible que nos ataquen los miedos y las inseguridades, originando un gran nerviosismo. Por ello, es primordial aprender cómo reducir los nervios y la ansiedad antes de los exámenes.
Contenido
Los nervios y la ansiedad
Los nervios y la ansiedad son normales antes de ciertos eventos que consideramos de vital importancia en nuestras vidas. Estos nervios, se manifiestan en diversas formas en las personas, que van desde comer mucho o comer poco, insomnio, mareas, vértigo y hasta migrañas.
Solo son síntomas del estrés causado por la llegada de las pruebas, por lo que es importante aprender a manejar el nerviosismo. Por eso, es fundamental seguir algunos consejos para reducir los nervios y la ansiedad antes de los exámenes:
Consejos para reducir los nervios y la ansiedad antes de los exámenes
Los nervios y la ansiedad son considerados indicadores del miedo a fracasar y, normalmente, aparecen cuando no se está bien preparado para las pruebas. Entonces, es bueno tener en cuenta, algunos consejos que ayudan a controlar los nervios y la ansiedad que se producen antes de los exámenes:
Establecer horarios fijos
Lo primero es establecer horarios fijos, que permitan armar una rutina, que obedezca a la planificación del tiempo disponible con horarios realistas.
Esta organización realizada con tiempo suficiente, antes de las pruebas, permitirá una preparación adecuada para estar listos el día del examen. Tener horarios fijos, para hacer lo que se necesita, bajará el nivel de incertidumbre y con él, bajarán la ansiedad y los nervios.
Las certezas hacen que el cerebro tenga una percepción de seguridad que le da tranquilidad y que favorece la asimilación de los contenidos. Entonces, es posible concentrarse, estudiar con calma, estar enfocados y aprender lo que se requiere para salir exitosos en las pruebas.
Estar preparados con antelación, hace todo más sencillo, ayudando a disminuir la ansiedad y a dar lo mejor en las pruebas.
No dejar todo para última hora
Dejar las cosas para última hora, siempre genera estrés y nerviosismo, porque no se sabe si habrá tiempo suficiente para cubrir los contenidos. Organizar con antelación el tiempo de estudio, planificando todo con los lapsos suficientes, reduce los nervios y la ansiedad antes de los exámenes.
Hay que iniciar primero, con el aprendizaje del grueso del contenido, dejando para los últimos momentos, el darle una ojeada de refuerzo a los conceptos principales.
Se recomienda leer todo el contenido al final de cada sesión de estudios para afianzar lo aprendido en el día.
Elaborar un resumen escrito con las definiciones y las fechas más importantes de lo que se está aprendiendo es muy recomendable.
Toda esta preparación, ayuda a memorizar los contenidos y minimizar los nervios y la ansiedad antes de las pruebas.
En consecuencia, no dejar todo para última hora, puede ser la clave para salir exitoso en los exámenes.
Llevar una vida sana y equilibrada
Llevar una vida sana y equilibrada, comiendo balanceado, haciendo deporte y durmiendo bien, ayudará a estar más tranquilos, aprender mejor y estar menos nerviosos. Todas estas actividades permiten estar relajados, más concentrados y en una mejor disposición para hacer los exámenes, sin mucho estrés.
Rodearse de gente positiva
Ser positivos y rodearse de gente positiva contribuye a centrar la energía y el esfuerzo en lograr las metas planteadas. Este impulso ayuda a hacer lo mejor posible para aprender y salir exitosos en las pruebas, porque con él se es capaz de alcanzar lo planificado. En consecuencia, un pensamiento positivo será un gran aliado durante el tiempo de aprendizaje.
Hacer ejercicios de relajación
La ansiedad hace que el cerebro produzca hormonas que dificultan la concentración, por lo que estudiar y aprender se convierte en algo complicado. Por ello, se recomienda hacer ejercicios de relajación para despejar la mente y lograr tranquilizarla, lo que permite mayor concentración y un mejor proceso de aprendizaje.
Algunos de estos ejercicios de relajación para aquietar la mente pueden ser: meditación, yoga, tai chi, mindfulness, risoterapia o respiración consciente, entre otros. Hay que elegir uno, el que se adecue a las características individuales, comenzar a practicarlo y observar las consecuencias sobre el cuerpo y la mente.
Tener confianza en uno mismo
Creer que algo se puede lograr es fundamental para el éxito, porque otorga la confianza suficiente para seguir adelante con los proyectos. Así que, es importante desarrollar la propia confianza para sentirse más seguro y enfrentar los desafíos que nos plantea el aprendizaje.
Para desarrollar la confianza en uno mismo, se puede comenzar poniéndose pequeñas metas diarias, las cuales a medida que se vayan logrando, mejorarán la confianza. En consecuencia, si somos nuestros mejores aliados, podremos tener confianza en uno mismo y ello, hará la diferencia en la preparación para los exámenes.
Hacer las cosas que nos gustan
Algo fundamental que no debemos dejar de lado son las cosas que nos gusta hacer, aun durante los tiempos en que nos preparamos para las pruebas. Básicamente, porque mantenerse en contacto con aquello que nos hace bien, proporciona una cierta estabilidad emocional y permiten despejar la mente durante un tiempo.
Por lo que, es aconsejable charlar con amigos, pasear al perro, regar las plantas o cualquier otra actividad que produzca un efecto tranquilizador. Despejar la mente con estas actividades, ayudará al bienestar y a liberar endorfinas, para después retomar los estudios con más fuerza.
¿Cómo reducir los nervios el día del examen?
Una vez que haya llegado el día del examen, siguiendo los consejos anteriores y con la preparación concluida, se puede tener la confianza de que todo saldrá bien. Esta tranquilidad es primordial conservarla hasta el momento del examen y como un refuerzo, es recomendable:
- Tener todo previsto y preparado desde el día antes del examen.
- No estudiar más, antes de entrar al examen.
- Ser puntual, llegando con tiempo suficiente al examen.
- Pensar positivamente y tener confianza en uno mismo.
Porque todo es posible, cuando se está preparado con antelación.