La obtención de un título universitario es un logro importante para cualquier persona. De hecho, es un hito que puede marcar una diferencia sustancial en el rumbo de la vida de un individuo a nivel profesional y personal. Sin embargo, en pleno siglo XXI, los profesionales saben que solo un diploma no es suficiente para mantenerse vigente dentro del mercado laboral.
Esto también es bien sabido por las organizaciones, de ahí que exista una apuesta importante por la formación continua en los códigos de conducta y actuación de las empresas. La actualización de conocimientos es una responsabilidad que el profesional debe asumir si desea destacar dentro del sector al cual pertenece.
Ahí es donde las escuelas de negocios toman un rol indispensable. Estos centros son los encargados de expandir los conocimientos relacionados directamente a temas empresariales y de negocios, a través de programas de formación práctica donde se enseña lo que realmente necesitan las organizaciones modernas de sus empleados.
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¿Por qué elegir una escuela de negocios?
La oferta formativa de una escuela de negocios es complementaria a la formación universitaria, pero tiene objetivos bastante diferentes. Mientras las universidades entregan conocimientos teóricos sobre gerencia, los cursos y programas avanzados de las Business School están enfocados en el conocimiento de técnicas directiva innovadoras que supongan una diferenciación para la supervivencia de las organizaciones.
En una escuela de negocios se potencia el aprendizaje y dominio de temas como la innovación, validación y dirección de nuevos modelos, transformación digital, sostenibilidad y sistemas de comunicación. En conjunto, una escuela de negocios a través de sus iniciativas formativas se ocupa de formar líderes y directivos comprometidos con el crecimiento sostenible de las empresas.
La especialización más reconocida en una Escuela de Negocios son los Másters en Dirección de Empresas o MBA. En programas como el Executive MBA en la Cámara de Comercio de Málaga garantizan la formación holística de auténticos líderes. Los alumnos no dejan de crecer cada edición, y como explican en la escuela de negocios de la Cámara de Comercio de Málaga “en situaciones de crisis e incertidumbre como el actual, la formación se incentiva por constituir una palanca de cambio y transformación en búsqueda de hallar nuevas formas de gestionar una empresa o crecer profesionalmente”.
En definitiva, una escuela de negocios es un espacio donde se estudian programas vanguardistas, adaptados a las necesidades reales del mercado laboral y organizacional, así como los nuevos modelos económicos que surgen constantemente. Esta es la razón por la que los profesionales, una vez culminada su carrera universitaria, suelen asumir el reto de realizar un MBA.
El contenido de estudio de un Máster MBA en una una escuela de negocios se estructura en el conocimiento transversal de los siguientes ámbitos:
- Conocimiento de las claves de la innovación y generación del valor orientados hacia productos/servicios e identificación de nuevas oportunidades en el mercado.
- Concienciación sobre la importancia de las personas y el liderazgo como motor de desarrollo. Habilidades como la comunicación, la flexibilidad, agilidad, adaptación al cambio, etc. constituyen elementos fundamentales en la gestión de empresas con el fin de crecer a un ritmo constante.
- Dominar las mejores prácticas para llevar a buen término los procesos de transformación de los modelos de negocios de las empresas como consecuencia de los cambios que se producen en los mercados y los consumidores.
- Desarrollar habilidades en la toma de decisiones financieras mediante el uso de fuentes de información, análisis e interpretación de los estados financieros.
- Conocer nuevas perspectivas y obtener una visión del mundo empresarial de forma global.
¿Cuáles son las ventajas de la formación para el crecimiento profesional?
Mantenerse en continua formación ofrece una serie interesante de beneficios a nivel personal y profesional, entre ellos:
- Mejora de las capacidades, habilidades y destrezas dentro del mundo laboral. Esto garantiza el acceso a fuentes de empleo con mayores beneficios y proyección a largo plazo. Al aumentar las capacidades, también se mantiene la competitividad sana entre profesionales del mismo sector.
- Información actualizada. Dentro de los programas de formación ejecutiva se tiene acceso a valiosa información actualizada que difícilmente se obtendrá por otras fuentes. Usualmente, esta información proviene de profesionales que están vigentes dentro de las organizaciones y están experimentando de primera mano los cambios.
- Dominar las tendencias. Así mismo, los profesionales consiguen información privilegiada, lo cual facilita que lleguen a dominar las tendencias vigentes en el mundo empresarial. Sabrá de antemano la dirección que está tomando el entorno al cual pertenece y tendrá las herramientas para atravesar el proceso de adaptación.
- Mantiene la motivación por su profesión. Finalmente, los profesionales en constante formación mantienen viva la pasión por el ejercicio de su profesión, interactuando con otros profesionales y descubriendo nuevas e interesantes fuentes de motivación día tras día.
Todo lo anterior garantiza el acceso a nuevas oportunidades en el mercado laboral, caracterizado por una evolución extremadamente acelerada y un nivel de competitividad muy elevado.