El aprendizaje es un fenómeno maravilloso y complejo. Es maravilloso puesto que es una de las cualidades que nos diferencia de otras especies y es complejo debido a que involucra una serie de sub-procesos para su realización. La memorización, junto con la atención y la motivación, es aquella actividad intelectual que permite retener y recuperar información. De allí que conocer las mejores técnicas de memorización sea tan importante para mejorar en el aprendizaje.
En este sentido incluso podría afirmarse que la memorización es la actividad cumbre o crucial para el cumplimiento del aprendizaje dado que memorizar es la acción por excelencia que permite a las personas hacer propias ideas, técnicas y modos de hacer. Después de todo, aprender no es otra cosa que, precisamente, adquirir, hacer propios, saberes y técnicas que antes no se poseían.
Sin embargo, no existe proceso intelectual superior a los demás. Ni la memoria es más importante que la motivación, ni viceversa: ¡ambos procesos son indispensables para aprender! Aún con una memoria prodigiosa sin la apropiada motivación es poco lo que se puede aprender. Lo contrario también es cierto: Sin unas buenas técnicas de memorización, por mucha motivación que se tenga, se puede olvidar información fundamental en cuestión de días o semanas.
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Mejores técnicas de memorización
Técnica de las iniciales o Acrónimos
La memoria y la asociación de ideas van muy de la mano. De hecho, la mayoría de las técnicas para recordar información puntual se basan en la capacidad de asociar elementos. Por ejemplo la llamada técnica de las iniciales consiste en crear una única palabra con las iniciales de una serie de palabras o elementos que resulta necesario recordar.
Imagina el caso de un estudiante de medicina que deba recordar los síntomas de una enfermedad. Así por ejemplo, los síntomas podrían ser: Ictericia (ojos amarillos), anemia, nauseas, ojeras y pesadez en el cuerpo. Para atender la dificultad de recordar del estudiante se podría idear un acrónimo con las iniciales de cada síntoma y construir la palabra PIANO. De este modo, obtendría lo siguiente:
- Pesadez
- Ictericia
- Anemia
- Nauseas
- Ojeras
Ahora, cada vez que tenga que recordar los síntomas de esta enfermedad ficticia podría recordar la palabra piano y luego ir recordando, progresivamente, el significado de cada letra. Incluso podría terminar llamando a esta dolencia, la enfermedad del piano ¿no te parece? Por su puesto, esta técnica puede ser aplicada para recordar otras palabras provenientes de ámbitos muy diversos.
Técnica del relato
La asociación puede realizarse no solamente estrictamente entre palabras. También es posible hacer una asociación entre una serie de palabras y una historia que las incluya a todas con la suficiente coherencia interna. A esta técnica se la conoce como la técnica del relato.
Es una técnica muy útil para estudiar Historia dado que implica la noción de causalidad. Así, por ejemplo, podrías imaginar la historia de un tal “Cristobal” que quería iniciar un nuevo negocio pero no tenía dinero, por lo que pidió un préstamo al banco “Reina Isabel” el cual saldaría una vez que iniciase relaciones con “Las Indias”, una empresa muy prometedora de “sedas y especias”. Sin embargo, las cosas no salen como “Cristobal” esperaba en primer lugar.
Si bien este ejemplo resulta algo sucinto, lo importante es tener en mente que es posible crear historias con elementos contemporáneos de eventos del pasado. De esta manera, tales eventos se presentan a la conciencia de un modo menos “oscuro”, más divertido y, por lo tanto, asimilable.
Técnica de la cadena
La técnica de la cadena, así como las historias, sirve para recordar una secuencia determinada o incluso una lista de palabras difícil de recordar de forma aislada. Resulta muy útil para oficios en los que existen procedimientos de rutina que implican un orden riguroso en las acciones pero también sirven para actividades cotidianas, como recordar cómo llegar desde un punto A a un punto B.
Así, por ejemplo, mientras haces un recorrido puedes fijarte en varios puntos de interés que te sirvan luego para devolverte. Podrías primero fijar alguna construcción, luego una cafetería seguido de un puesto de periódicos y por último tu lugar de destino. Así tendrías que, antes de llegar al punto B, pasaste por una construcción-café-periódicos.
Podrías crear incluso una frase simple como “un obrero de la construcción compró café y el diario” para recordarlo con mayor facilidad. El punto es que, esta técnica te permitirá recordar trayectos mediante una oración sencilla e incluso graciosa, de una forma altamente eficiente. Por supuesto, la técnica es exclusiva para recordar lugares.
Técnica de la oración (y palabra) creativa
Finalmente, también puedes incluso inventar palabras para recordar cosas. Imagina que tienes que recordar los nombres de 10 capitales de España. De las 10 eliges a Madrid, Granada, Palencia, Vizcaya, Toledo, Málaga, Castellón, Asturias, Navarra y Tarragona. O bien puedes recodarlas todas o crear palabras que incluyan fracciones de las mismas. Por ejemplo:
- MaGraPal (Madrid, Granada y Palencia)
- VizToLlon (Vizcaya, Toledo, Castellón)
- TarraNaMálPa (Tarragona, Navarra, Málaga y Palencia)
Verás que resulta mucho más sencillo recordar tres palabras realmente raras que 10 palabras comunes debido en parte a que las primeras son muchas menos, pero también a que resultan un tanto más divertidas e inesperadas para nuestras mentes.
La memoria y el descanso
Hasta ahora hemos arrojado varias técnicas de memorización que sirven para potenciar la retención de información a largo plazo . Sin embargo, el paso de la información desde la memoria de corto plazo a la de largo plazo no solo depende del cumplimiento de las técnicas.
La memoria a largo plazo también depende mucho del repaso y del descanso. En primer lugar, la información que mejor se fija en la conciencia es aquella que se visita constantemente. Por muy bien que se haya aplicado alguna de estas técnicas si la información no se repasa unos días después del estudio y luego de algunas semanas, dicha información corre el riesgo de perderse.
Además, el aprendizaje se beneficia, directa e indirectamente, del sueño de calidad. Directamente porque es mediante el sueño que se afianzan los saberes adquiridos durante la vigilia. Indirectamente, porque, tal como demuestran algunos estudios hechos por Demerouti y Sanz (2012), el descanso (recuperación diaria) influye sobre el bienestar, lo que a su vez repercute positivamente sobre el rendimiento académico y laboral.